Las torrijas son un postre tradicional con siglos de historia en la gastronomía española. Su origen se remonta a la época romana, cuando ya se elaboraban platos similares empapando pan en leche y miel. Con el tiempo, esta receta evolucionó y se convirtió en un dulce emblemático de la Semana Santa, asociado al aprovechamiento del pan duro y a la abstinencia de carne durante la Cuaresma.
Aunque cada región de España tiene su propia versión de las torrijas, la receta clásica consiste en rebanadas de pan remojadas en leche aromatizada con canela y limón, luego rebozadas en huevo y fritas en aceite de oliva. Se sirven espolvoreadas con azúcar y canela o bañadas en miel, vino o almíbar. Sin embargo, algunos cocineros han desarrollado métodos innovadores para potenciar su sabor, como es el caso del reconocido chef Karlos Arguiñano.
El truco de Arguiñano para freír las torrijas
Karlos Arguiñano, reconocido chef vasco, revela un método poco convencional para preparar torrijas, el postre típico de Semana Santa. Su técnica consiste en calentar una sartén con abundante aceite e incorporar una cáscara de limón, permitiendo que los aceites esenciales del cítrico se liberen y aporten un sabor distintivo al dulce.
Además, sugiere calentar leche con chocolate negro, cacao, azúcar y esencia de vainilla hasta que la mezcla se funda y atempere. Las rebanadas de pan deben sumergirse en esta mezcla durante 20 minutos para que se impregnen bien antes de freírlas en el aceite infusionado. Este enfoque eleva la receta tradicional de torrijas, ofreciendo una experiencia culinaria más rica y sabrosa.
Con este truco de Arguiñano, se consigue un postre con un toque cítrico y una textura aún más jugosa, ideal para sorprender a familiares y amigos en Semana Santa o en cualquier momento del año.
Torrijas de la abuela
Ingredientes
- 1 barra de pan
- canela en rama
- canela en polvo
- aceite de oliva
- azúcar
- 4 huevos
- 1 litro de leche
- la cáscara de un limón
Elaboración paso a paso
- Cortar rebanadas pan.
- Infusionar leche con canela en rama y limón.
- Mojar rebanadas en la infusionada y en el azúcar.
- Mojar en el huevo batido.
- Freír.
- Rebozar en azúcar y canela en polvo.
Rebozarlas en una mezcla de canela en polvo y azúcar
- Las abuelas comienzan hirviendo la leche con canela en rama y cáscara de limón, lo que ahora los chefs llaman infusionar la leche. Cuando comience a hervir, retira del fuego y deja que se temple para que se impregne bien de los aromas.
- Corta el pan en rebanadas: coloca las rebanadas en una fuente y vierte la leche infusionada sobre ellas. Déjalas reposar unos minutos hasta que absorban bien la leche, pero sin que se deshagan.
- Rebozar y freír: bate los huevos en un plato hondo. Pasa cada rebanada empapada por el huevo batido y fríelas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados.
- Retira y deja escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Mezcla azúcar con canela y espolvorea las torrijas aún calientes.
¡Y listas! Un postre sencillo, tradicional y delicioso que siempre triunfa. ¿Te animas a hacerlas? Y es que, este trucoeleva la receta tradicional de torrijas, ofreciendo una experiencia culinaria más rica y sabrosa.