Los ñoquis, esas pequeñas bolitas de masa que combinan a la perfección con una variedad de salsas, son un plato clásico de la cocina italiana que ha ganado popularidad en todo el mundo. Aunque muchos piensan que hacer ñoquis en casa es una tarea ardua y complicada, la realidad es que es una receta sorprendentemente simple. Con unos pocos ingredientes y siguiendo unos pasos básicos, podrás preparar ñoquis caseros.
Con esta receta, descubrirás que no es necesario ser un gran cocinillas para que la masa de los ñoquis quede en su punto. Además de los ñoquis de patata, existen otros tipos como los ñoquis de sémola o gnocchi alla romana, y los ñoquis de ricotta, que son igual de fáciles de preparar.
Receta de los ñoquis
Ingredientes de la masa
Para preparar los ñoquis caseros, necesitarás los siguientes ingredientes básicos: 1 kilo de patatas, 300 gramos de harina de trigo, 1 huevo, sal al gusto y harina. Estos son los ingredientes necesarios para seguir la receta original, aunque hay otros tipos de receta que incorporan otros elementos como espinacas, queso ricotta o incluso calabaza, dependiendo de la región y el gusto personal.
Preparación de los ñoquis
El primer paso para hacer ñoquis es cocer las patatas. Es importante seleccionar patatas que sean adecuadas para este tipo de receta, preferiblemente patatas harinosas, que son más secas y aportan una textura más densa a la masa. A continuación, lava bien las patatas y colócalas en una olla grande con agua fría y sal. Y cuece las patatas sin pelar durante aproximadamente 20 ó 25 minutos, o hasta que estén tiernas. Para comprobar si están en su punto, introduce un cuchillo en el centro de la patata; si entra fácilmente, están cocidas. Entonces, escúrrelas y deja que se enfríen lo suficiente como para poder manipularlas con las manos.
Una vez que las patatas estén templadas, procede a pelarlas y a machacarlas para hacer un puré suave y sin grumos. Puedes usar un pasapurés o simplemente un tenedor. Después extiende el puré de patatas sobre la encimera de la cocina, forma un volcán con un hueco en el centro y añade el huevo y una pizca de sal. Añade la harina poco a poco, amasando suavemente hasta obtener una masa homogénea. Es importante no trabajar demasiado la masa para evitar que los ñoquis queden duros. Ésta debe ser suave pero no pegajosa. Si notas que la masa se adhiere a tus manos o a la superficie de trabajo, espolvorea un poco más de harina.
Dar forma a los ñoquis es un proceso sencillo. Hay que dividir la masa en porciones más pequeñas y formar cilindros de aproximadamente 2 centímetros de grosor. Además, cortar los cilindros en pequeños trozos de alrededor de 2 centímetros de largo, que serán los ñoquis. Para darles la clásica forma acanalada, puedes pasarlos suavemente por los dientes de un tenedor, presionando ligeramente con el pulgar. Esta forma no solo es decorativa, sino que también ayuda a que la salsa se adhiera mejor a los ñoquis.
Una vez que están formados, puedes cocinarlos inmediatamente o guardarlos en la nevera por un corto periodo. Llena una olla grande con agua y lleva a ebullición. Añade una buena cantidad de sal al agua. Coloca los ñoquis en el agua hirviendo en pequeñas tandas, para evitar que se peguen entre ellos o que el agua pierda temperatura. Los ñoquis estarán listos cuando floten en la superficie del agua, lo que normalmente ocurre en unos 2-3 minutos. Retíralos con una espumadera y colócalos en una bandeja o directamente en el plato donde los vayas a servir.
Cómo tomarlos
Existen varias formas de tomar los ñoquis. Aunque la más tradicional es la de los ñoquis con mantequilla y salvia para su preparación derrite mantequilla en una sartén a fuego medio y añade unas hojas de salvia fresca. Una vez que la mantequilla empiece a burbujear, añade los ñoquis y cocina brevemente hasta que estén ligeramente dorados. Los ñoquis al pomodoro se hacen con una salsa de tomate básica con ajo, cebolla y tomates triturados. O la de los ñoquis al pesto hay que mezclarlos con pesto de albahaca casero o comprado, añadiendo un poco de queso parmesano rallado por encima para un toque extra de sabor.
Si te sobra masa o quieres preparar ñoquis con antelación, puedes congelarlos. Colócalos en una bandeja, asegúrate de que no se toquen. Luego, guárdalos en bolsas para congelar. Para cocinarlos, agrégalos directamente al agua hirviendo sin descongelar.