Si escuchas arroz viudo, rápidamente vendrá a tu cabeza el recuerdo de esa frase de tu abuela cuando decía: «Hoy no tengo nada en la nevera, así que comemos lentejas viudas». Sin embargo, el arroz viudo a diferencia de las lentejas sí que lleva carne, en concreto beicon. Aunque se prepara con tan solo cinco ingredientes, que además de económicos son muy sanos.
Este plato es ideal para esos días en los que quieres preparar algo rápido y fácil, pero que a la vez sea sano y tenga sabor. El arroz viudo, a pesar de cocinarse con pocos ingredientes, se toma como plato único. Y es que esta receta es muy completa ya que combina hidratos (del arroz), proteínas (del beicon y el queso), vitaminas (del pimiento y la cebolla) y calcio (del queso).
El origen del arroz viudo
En La Mancha se dice que el arroz viudo es un plato «despojado», es decir, que se prepara sin carne o pescado, que eran los ingredientes más costosos o difíciles de conseguir en el pasado. Así, el arroz quedaba «viudo», ya que no tenía apenas ingredientes contundentes.
Originalmente el arroz viudo se cocinaba solo con verduras, como el tomate, el pimiento y la cebolla. Aunque lo largo del tiempo, ha habido variaciones en la receta, y hoy en día, este plato puede incluir otros ingredientes como el queso o beicon para enriquecerlo y que esté más sabroso.
Receta del arroz viudo
Ingredientes del plato
Para preparar la receta del arroz viudo solo necesitarás cinco ingredientes: arroz (preferiblemente de grano redondo), pimiento verde grande (es importante que no sea un pimiento italiano, ya que éstos son más apropiados para freír), una cebolla mediana, aproximadamente 150 gramos de beicon y 100 gramos de queso curado. Evidentemente también te hará falta tener a mano una pizca de sal, aceite de oliva y agua para cocinar el arroz.
Preparación del arroz viudo
1. Mise-en-place
Antes de comenzar a cocinar, hay que preparar la mise-en-place. Para ello tienes que lavar y cortar el pimiento verde en tiras finas, pelar y pica la cebolla en juliana, cortar el beicon en tiras finas, y cortar en láminas finas el queso curado para poder agregarlo al final y que así se funda fácilmente.
Una vez que tienes todos los ingredientes preparados. Utiliza una sartén grande o una cacerola y agrega un buen chorro de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, incorpora la cebolla picada y sofríela a fuego medio hasta que comience a dorarse y volverse transparente. Esto te llevará unos cinco minutos.
Después incorpora el pimiento verde a la sartén y continúa cocinando a fuego medio-alto, moviéndolo de vez en cuando. Deja que se cocine entre cinco y siete minutos más, hasta que el pimiento esté blando.
Una vez que las verduras estén bien pochadas, añade el beicon. Cocina todo junto durante unos minutos hasta que el beicon esté dorado y ligeramente crujiente. Este paso le dará un toque ahumado y salado al plato.
2. Cocción del arroz
Cuando el sofrito de verduras y beicon esté listo, agrega el arroz directamente a la sartén. Y mezcla bien para que el arroz se impregne de todos los sabores del sofrito. Cocina el arroz durante un par de minutos en seco, removiendo constantemente para que no se pegue. Este paso es crucial porque permite que el arroz absorba los sabores de los ingredientes antes de añadir el líquido.
Por último añade un vaso de agua caliente a la sartén, una pizca de sal (ten cuidado, ya que el beicon y el queso curado ya son bastante salados). Y sube el fuego hasta que el arroz cueza. A continuación, reduce la temperatura del fuego y deja que termine de hacerse a fuego lento entre 18 y 20 minutos hasta que todo el agua reduzca.
Una vez que el arroz esté cocido y hayas apagado el fuego, es momento de añadir el toque final. Esparce el queso curado rallado o en láminas por encima del arroz aún caliente. La idea es que el calor residual derrita ligeramente el queso, creando una capa cremosa y sabrosa sobre el arroz.