El queso roquefort es uno de los más prestigiosos de Francia. Su origen se remonta a la región de Roquefort-sur-Soulzon, donde madura en cuevas naturales con la acción del hongo Penicillium roqueforti, que le otorga su característico sabor. La receta surge como una forma de aprovechar este queso en recetas cremosas y salsas, especialmente en la gastronomía francesa.
La salsa roquefort es un acompañamiento ideal para una gran variedad de platos. Destaca por su cremosidad y su sabor intenso. Por eso, es perfecta para realzar el sabor de las endivias, cuyo ligero amargor contrasta de manera exquisita con la potencia del queso.

Salsa roquefort
Ingredientes
- 100 gramos de queso roquefort
- 200 mililitros de nata
- 50 mililitros de leche
- una pizca de pimienta negra
- una pizca de nuez moscada
- un chorro de brandy
- una cucharada de mantequilla
Elaboración paso a paso
- Derretir la mantequilla.
- Desmenuzar el queso azul.
- Añadir el queso a la sartén con la mantequilla.
- Incorporar la nata.
- Mezclar hasta integrar los ingredientes.
- Añadir la leche poco a poco.
- Sazonar con la pimienta negra y la nuez moscada.
- Incorporar un chorro de brandy.
- Reducir la salsa en el fuego dos minutos.
A fuego medio: el paso más importante
Para preparar esta deliciosa salsa casera, necesitarás una sartén. En primer lugar, hay que poner la sartén a fuego medio y derretir la mantequilla sin que llegue a quemarse. A continuación, desmenuza el queso roquefort con la ayuda de un tenedor, y agrégalo a la sartén. Es importante que no dejes de remover hasta que el queso empiece a fundirse.
Tras haber realizado los pasos anteriores, llega el momento de incorporar la nata. Agrega la nata poco a poco, mezclando continuamente para integrar todos los ingredientes. Cuando termines con la nata, haz lo mismo con la leche, así la salsa tendrá una textura más ligera. Después, añade pimienta negra y un toque de nuez moscada al gusto para potenciar el sabor. Para que adquiera un sabor más especial e intenso, añade un chorrito de brandy. Por último, dejamos reducir nuestra salsa roquefort un par de minutos.
El fruto seco que mejora la receta
La calidad del queso marcará una gran diferencia en el resultado final de la salsa roquefort. Además, resulta vital no calentar demasiado la salsa, ya que si hierve en exceso, puede perder cremosidad y quedar con una textura granulosa. Una buena idea, es probar a añadir nueces picadas y almendras laminadas para darle más sabor. En cambio, si adoras las especias te recomendamos apostar por añadir cebollino o perejil para aportar un toque fresco y aromático a la preparación.
Un opción económica del queso roquefort
El queso roquefort es un producto gourmet que puede no resultar apto para todos los bolsillos por su elevado coste. Por eso, si buscas una opción más económica, puedes sustituirlo por un queso azul de menor precio, como el gorgonzola o el cabrales. O incluso un queso azul industrial. Aunque el sabor no será idéntico, seguirá siendo una salsa deliciosa y con un gran contraste de sabores.

Otros platos que combinan con la salsa
Aunque esta salsa es perfecta para acompañar las endivias, también puedes disfrutarla con otras hortalizas. Combina especialmente bien con aquellas de hojas verdes y amargas, como la rúcula o la escarola. También, resulta ideal para acompañar las carnes rojas y las pechugas de pollo. También marida muy bien, con la berenjena, el espárrago y el calabacín asados. Pero uno de los platos más deliciosos con esta salsa es la pasta al roquefort.
Tiempo de consumo y conservación
Si te sobra salsa, puedes conservarla en un recipiente en la nevera, durante aproximadamente cuatro días. Para recalentarla, es mejor hacerlo a fuego bajo, removiendo constantemente para evitar que se corte. Si notas que ha espesado demasiado en la nevera, puedes añadir un poco de leche o nata y remover bien para recuperar su textura original.