Las patatas panaderas al horno son un clásico de la gastronomía española, reconocidas por su textura tierna y sabor inigualable. Tradicionalmente, se preparan con patatas y cebollas cortadas en rodajas finas, cocinadas lentamente en el horno con aceite de oliva y hierbas aromáticas.
Sin embargo, lograr que adquieran un exterior crujiente similar al de las patatas fritas es más sencillo de lo que piensas. El problema viene cuando queremos que la textura interior siga siendo blandita. Por eso, la clave reside en una cocción lenta inicial para asegurar la ternura, seguida de un horneado a mayor temperatura para obtener ese dorado crujiente.

Patatas panaderas crujientes
Ingredientes
- 1 kilo de patatas
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 100 mililitros de vino blanco
- 200 mililitros de caldo de pollo o verduras
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- tomillo
- romero
Elaboración paso a paso
- Pelar las patatas.
- Cortar en rodajas finas.
- Pelar las cebollas.
- Cortar en tiras finas.
- Colocar en un bol las patatas y las cebollas.
- Añadir los dientes de ajo picados, la sal, la pimienta y las hierbas aromáticas.
- Rociar con aceite de oliva y mezclar.
- Precalentar el horno a 160ºC.
- Colocar las patatas en la bandeja del horno.
- Hornear durante una hora.
- Pasada la hora, añadir el vino blanco y el caldo.
- Y aumentar la temperatura del horno hasta los 180ºC.
- Esperar hasta que la capa externa quede crujiente.
¿Cuál es el paso a paso?
Comienza pelando las patatas. Córtalas en rodajas finas. Haz lo mismo con las cebollas, pero cortándolas en tiras finas. A continuación, coloca en un bol las patatas y las cebollas. Y añade los ajos picados, la sal, la pimienta y las hierbas aromáticas. Después, rocía con aceite de oliva todos los ingredientes y mezcla bien con las manos para que cojan el aroma.
Una vez realizados los pasos anteriores, precalienta el horno a 160°C con calor arriba y abajo. Y coloca la mezcla en una bandeja para horno. Cubre la bandeja con papel de aluminio y hornea durante una hora. Este paso permite que las patatas se hagan lentamente, absorbiendo los sabores y quedando tiernas.
Pasada la hora, retira el papel de aluminio con cuidado y añade el vino blanco y el caldo de pollo o verduras sobre las patatas. Este líquido aportará humedad al interior de las patatas. Por último, aumenta la temperatura del horno a 180°C y hornea las patatas durante 20 minutos más, o hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Este paso es crucial para obtener esa textura exterior similar a la de las patatas fritas.
Cómo potenciar la textura crujiente
Para potenciar el crujiente, puedes espolvorear ligeramente las patatas con almidón de maíz (maicena) antes de la primera cocción. Este truco ayuda a absorber la humedad superficial y promueve un acabado más crujiente. También, asegúrate de que las patatas no estén demasiado amontonadas en la bandeja. Una distribución uniforme en una sola capa facilita una cocción homogénea y un dorado uniforme.

El truco para mejorar la receta
Añadir pimientos rojos y verdes en rodajas junto con las cebollas aporta color y un sabor dulce que marida perfectamente con las patatas. Si te gusta el toque ahumado en los alimentos, espolvorea pimentón dulce o picante sobre las patatas antes de hornearlas.