El pastel de berenjena con tomate es una receta que combina lo mejor de la cocina mediterránea: las verduras de su huerta, los sabores intensos de las hierbas aromáticas y un alto valor nutritivo. Este plato no solo es delicioso, sino que también es saludable, ligero y fácil de preparar. Además, es una variante más ligera y saludable de los clásicos pasteles salados que suelen incluir ingredientes más calóricos como el hojaldre y la bechamel.
La berenjena es un ingrediente básico en la cocina mediterránea, que combinada con el tomate, el otro protagonista de esta receta junto a las hierbas aromáticas, conforman un primer plato sano y ligero. Aunque el pastel de berenjena con tomate no tiene un origen específico, su concepto proviene de la tradición mediterránea de crear platos al horno que realcen los sabores naturales de las verduras.

Pastel de berenjena con tomate
Ingredientes
- 2 berenjenas medianas
- 4 tomates maduros o su equivalente en tomates cherry
- 2 dientes de ajo
- 3 huevos grandes
- 150 mililitros de leche de vaca o vegetal de almendra
- 50 gramos de queso rallado bajo en grasa
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- orégano
- tomillo
- albahaca
- comino
Elaboración paso a paso
- Lavar y cortar las berenjenas.
- Asar las berenjenas y los tomates a 180ºC durante 15 minutos.
- Batir los huevos.
- Añadir a los huevos batidos: la leche, las hierbas aromáticas, la sal y la pimienta.
- Montar el pastel: alternar capas de berenjena y tomate.
- Añadir la mezcla de los huevos y la leche por encima del pastel.
- Espolvorear el queso rallado.
- Hornear a 180ºC durante 35 minutos.
Cómo hacer la receta detalladamente
Para comenzar con nuestro pastel, en primer lugar tendremos que lavar las berenjenas y córtalas en rodajas finas. A continuación, espolvorea un poco de sal y déjalas reposar durante 20 minutos para eliminar el amargor. Después, enjuágalas con agua fría y sécalas con papel de cocina.
En segundo lugar, hay que asar las berenjenas y los tomates. Para ello, precalienta el horno a 180ºC y coloca las rodajas de berenjena en una bandeja con papel de hornear. Añade un chorro de aceite de oliva por encima y deja dentro del horno durante 15 minutos.
Por otro lado, en un bol, bate los huevos junto con la leche. Y añade la sal, la pimienta y las hierbas aromáticas al gusto. Una vez que tenemos la mise en place procedemos a montar nuestro pastel. Así, en un molde apto para horno, alterna capas de berenjena y tomate.
Cuando hayas terminado de montar el pastel, vierte la mezcla del huevo y la leche sobre el mismo para que las cubra de manera uniforme. Y añade el queso rallado bajo en grasa por encima. Para finalizar, mete el pastel al horno precalentado a 180ºC durante 35 minutos, hasta que éste se dore.

¿Con qué guarnición acompañar el pastel?
Este pastel es muy versátil y puede acompañarse de diversas guarniciones saludables. Como una ensalada de hojas verdes, con un toque de limón y aceite de oliva, que es la combinación perfecta para un plato ligero y equilibrado. Aunque si quieres un plato más completo y nutritivo, puedes añadir carbohidratos complejos, si lo sirves con una porción de arroz integral o quinoa, que aportan fibra y saciedad.
Sin embargo, si lo que pretendes es reducir tu consumo de calorías porque te encuentras a dieta, te recomiendo acompañarlo de un puré suave de coliflor y calabaza.
¿Por qué es un plato saludable?
Este plato destaca por sus beneficios nutricionales, puesto que la berenjena y el tomate son vegetales bajos en calorías, ricos en agua y fibra, ideales para mantener un peso saludable. Además, es rico en antioxidantes, ya que los tomates aportan licopeno, un antioxidante que protege las células del daño. La berenjena, por su parte, contiene nasunina, que ayuda a cuidar la salud cerebral.
Como los huevos proporcionan proteínas de alta calidad, son esenciales para la reparación y el mantenimiento de los tejidos del cuerpo. Y el aceite de oliva virgen extra aporta grasas monoinsaturadas que benefician al corazón. A diferencia de otros pasteles, esta receta prescinde de masas, lo que la hace más ligera y apta para personas que buscan evitar el consumo excesivo de carbohidratos refinados.
¿Se puede congelar?
Este pastel es ideal para preparar en cantidad y congelar por porciones. Para hacerlo, deja que el pastel se enfríe por completo después de hornearlo. Y corta en porciones individuales y envuélvelas con papel film o colócalas en recipientes herméticos aptos para congelador.
Congela durante un máximo de tres meses. Cuando quieras disfrutarlo, solo necesitas descongelarlo en la nevera durante la noche y calentarlo en el horno o el microondas. El pastel conservará su textura y sabor.